sábado, 15 de diciembre de 2007

DE BATTRE MON COEUR S'EST ARRÊTÉ

O lo que viene siendo... De latir mi corazón se ha parado, de Jacques Audiard.

Una versión bastante buena de
Fingers, una peli de los 70 con Harvey Keitel. El año pasado arrasó en los César, con ocho trastos, incluido el de mejor película.

La cosa va de un agente inmobiliario y matón de andar por casa que se cruza de repente con un amigo de su madre pianista, ya fallecida, y que le ofrece pasar una prueba de piano. El protagonista ve así en
Bach una forma de salir del mundo sórdido y turbio en el que anda metido y empieza a prepararse con una pianista vietnamita.

Y aunque la cosa decaiga en ritmo por la mitad de la película, es una
peli muy, muy recomendable. Con atmósfera y voz propia, original, diferente, impactante. Un estupendo ejercicio de estilo.

Romain Duris está soberbio, en todos los sentidos. Otros de reparto, no tanto. Desde la ventana del protagonista se ve un supermercado FranPrix, que es como de lo más costumbrista. Añado.

Questrés de mafia inmobiliaria.

jueves, 13 de diciembre de 2007

miércoles, 12 de diciembre de 2007

JARRE


Hallábame yo esta noche (léase ayer) en el primero de los conciertos que el señor del álbum de la foto tiene en París para presentar el 30 aniversario del álbum de la foto.

En un teatro pequeñito en plenos Champs-Elysées, todo como bien de glamour. Un concierto de música electrónica 'a la antigua' y en un ambiente genial. E invitadísimo, que todo sabe como mejor.

Al terminar hemos tomado champagne y todo, en la zona VIP, con el artista por allí, pululando.

En el África suprasahariana (Ejpaña), seguro que no apreciais estas cosas, pero bueno. C'est la vie, pequeños saltamontes.

Y oye, ya fuera de coñas, mira que necesitaba yo volver a estos eventos sociales y culturales, que en Madriz iba a muchos y aquí todavía estaba un poco castrato. Qué bonito todo.

lunes, 10 de diciembre de 2007

ALL THAT HEAVEN ALLOWS


Aunque (casi) nadie me echó de menos, he vuelto.

Anoche me di un homenaje de esos de bien de melodrama, con Sólo el cielo lo sabe, de Douglas Sirk, que es uno de esos clásicos que no son una obra de arte, pero que son recomendables por varias razones.

La cosa va de una viuda (Jane Wyman, que en su vejez sería Angela Channing) a la que el clítoris le empieza a hacer burbujitas con su jardinero, que es el buenorro de Rock Hudson, que se pasa la peli sonriendo y poniendo cara de gay. Y la historia va de eso, del rechazo social que vive la pareja por la diferencia de clase y de edad.

Alberto Mira encuadró la peli en lo que llamó "corrientes homoemocionales", aunque me quedo con la definición de elputojacktwist cuando murió Wyman: una mariconada de película.

Dicho lo cual, dramón aparte, es muy recomendable y es una belleza formal. Otoñal, decadente y eficaz, dentro de su estilo.

Questrés de protoWisteria Lane.